sábado, 24 de octubre de 2015

Hola a tod@s:
A petición de varias personas, os dejo el teléfono de uno de los autores, por si quieren hablar de algo con él.

ENRIQUE RECIO QUIJANO
TLF.: 952 27 48 99
E-MAIL: recioenrique@gmail.com

Hasta otra.

sábado, 17 de octubre de 2015

Bienvenidos de nuevo.
Os dejo un artículo publicado en la revista Clarín Taurino nº 48 de Bilbao (2015), escrito por D. José María Sotomayor, titulado "Plaza de toros de La Malagueta, una colección de libros taurinos", págs. 80 y 81.
Esperamos que os guste.

Me sugirieron que el tema de esta colaboración podría estar relacionado con los libros taurinos, con la bibliografía taurina y, desde luego con los bibliófilos taurinosAfirman que algunos bibliófilos, no precisamente los taurinos, estamos un poco locos aunque esta enajenación sea inofensivaAportaré una prueba. Leí hace tiempo que un bibliófilo, no estaba su colección relacionada con el mundo de los toros, decidió venderlaLo hizo en pública subasta. El día señalado acudió a presenciar la venta de sus librosHombre de posibles, como dicen en mi tierra, pujó por el primero de ellos hasta que se lo adjudicaron, sin que se supiera el motivo de tan extraña conducta. Después fue haciéndolo con uno tras otro hasta volver a quedarse con su biblioteca, abonando los costes de la puja ¿No fue una locura? Desde luego, aparentemente, si lo era. Lo que no contaron, seguramente nadie lo supo, es que le movió a adoptar ese comportamiento de arrepentimiento. Quizás rememoró la aventura de sus adquisiciones? ¿Pudo ser el recuerdo de tardes de lectura junto a un ser querido en la proximidad del fuego de una chimenea? ¿Por qué no la belleza de algunas piezas? O… quién sabe si algunos libros le susurraron que no querían separarse de él.
Y es verdad que los bibli6filos tenemos nuestros hijos predilectos. En varias ocasiones me han preguntado que diez libros son los mimados de mi biblioteca. Difícil respuesta, pero que he tenido que dar, pues habría que atender a muchos aspectos. También, me he visto obligado a publicar los títulos de una biblioteca taurina escogidaY algún tiempo después hubiera añadido otros más. Quizás, muchos. Pero si es verdad, e insisto en ello, independientemente de la calidad de los libros, hay piezas preferidas para nosotros. En los cuatro últimos años estoy facilitando a varias asociaciones, los bibliófilos españoles y franceses entre otros, listados de todos los libros editados en España o al menos de los que he tenido conocimiento. Mi intenci6n era mostrar en estas páginas un panorama de todos ellos o, al menos, de los más representativos. Repasando las páginas publicadas, me he detenido en un título y en dos autores. No he sido subjetivo. No he podido apartar la vista de un "consentido" como dicen los mexicanos. Mi pensamiento, también mi coraz6n, han viajado en ese momento a Málaga y ha venido a mi memoria una fecha. Fue la del día que me enamore de esa ciudad y que pisé por primera vez el ruedo de La Malagueta. Y estas coordenadas sentimentales, subjetivas, han apartado de mi cualquier idea de una selección de títulos publicados en los últimos años para centrarme en una colecci6n que, de cualquier forma, estaría por méritos propios en aquella. Se titulaHistoria de lPlaza de Toros dLa Malagueta1876-1936. Ya se hapublicado seis tomos.
El primero apareció e2013 y los últimos, dos casseguidos, en febrero marzo deste mismo año. Cada uno tiene más dquinientas páginas y los autores aún no haatravesado la frontera del primer decenio desiglXX. La obra de CosmRuedPadilla y EnriquRecio Quijano es un tratado de historia, taurinsocial, dloaños transcurridos entre el comienzo de la construcción del coso y lsegunddlas fechaapuntadas eel títuldla colecciónEl esquema de la obra se apoya en la cronología dlohechos taurinos reflejados en la prensa general en las publicaciones periódicas taurinaque son las principales fuentede información que utilizan. Pero neuna mera sucesión de fragmentos de crónicases mucho más. Y lo eporque amismo tiempo que aparecen en supáginas aquellas deliciosas crónicade finales del siglo XIX y principios del XXverdaderas piezas literarias, los autores nos introducen en la evolución de la fiesta. Una transformación que tiene como epicentro el toro, la base del espectáculo, pero con un estudio paralelo, acertado y concisode los cambios en las costumbrede los otroprotagonistasel torero y el blico. Y en muchas ocasionesla lectura de esos textos añejosy el juicio crítico de loautores, nos acercan a situaciones actuales. Quizás, solo quizáspara darnos cuenta de que tantas cosas no han cambiado. O, al menos, no de manera tan radical como a veces pensamosDesfilan por la obra los ganaderos, los espadas, los picadores banderilleros, los empleados de la plaza, los médicos, los empresarios y, así mismopersonajes de la sociedad malagueñde cada época. Se detallan corridas singulares, benéficas y patrióticas, también se cuentan las suspensiones y se incluyen reglamentotaurinos de funcionamiento dalgunoestamentos, noticias de entidadetaurinade cada época y un largo etcétera que no puede plasmarse en el espacio de un artículo. Y no puedo dejar en etintero la mencióal carácter documentalen ocasioneestadísticode la obra. Loperiodoabarcadohasta ahora en este trabajo, profusamente ilustrado en blanco negrocon inclusión de un considerablnúmero de carteles, son los siguientes: desde su construcción hasta 1879; desde 1880 hasta 1889desde 1890 hasta 1895; desd1896 hasta 1900desd190 1 hasta 1906; y desde 190hasta 1910. Probablemente lodos primeros párrafodel prólogo del último de lotomos, obra de Juan Pedro de Luna y Ximénez de Incisonoacercan a la importancia de este trabajo monumental. Afirma: "... que todos lomalagueños, muy especialmente aquelloque somoaficionados a la fiesta de los toros, tenemoun debede gratitud con los artífices de este tratado magistral completísimo de la Historia de nuestra plaza de Toros; esa que lleva el nombre de La Malagueta"Y continúa: "Es un trabajo bien hecho, documentado, personal apasionanteque pone a disposición del público en general, una parte de la historia de Málaga y a los aficionadoun libro de consulta en que cualquier dato puede ser encontrado con facilidad rigor". Es, sin dudauna obrdobligada referencia. Estoseis tomos, por oranza, por predilecciónaunque atesoramuchoméritos, representan para mí locerca de cuatrocientolibros de toroque se han editadosólo en Españaen los últimocuatros años.

jueves, 1 de octubre de 2015

Bienvenidos.
Os dejo el prólogo, introducción y el índice del primer tomo de esta obra.
Esperamos que os guste.

PRÓLOGO
Cuando recibí un ejemplar del libro que el lector tiene entre sus manos, lo primero que me llamó la atención fue el entusiasmo desbordante que, los autores Cosme Rueda y Enrique Recio, trasmitían sobre el enorme trabajo de investigación que están llevando a cabo para darle forma a este proyecto, que no se puede entender, sino desde su desbordante pasión de aficionados a la tauromaquia.
Este trabajo, como verán, pretendió en su origen poner en valor un edificio singular de nuestra ciudad dedicado, de forma permanente, a los eventos taurinos.
De todos es conocido que Málaga contó a lo largo de su historia, con varios circos donde se ofrecieron espectáculos taurinos; aunque sería la plaza de Álvarez, la única digna de tal nombre para una ciudad cada vez más pujante como Málaga.- En el anterior trabajo de estos autores publicado en 2.008 titulado “La afición taurina malagueña en sus plazas de toros”, se recoge de forma prolija estas circunstancias.
Ante la inquietud de sectores sociales de la ciudad por la falta de una plaza de toros acorde con la ciudad, y no sin muchas vicisitudes, se inició la construcción de la plaza de toros de La Malagueta, el 15 de Junio de 1.874.
Su construcción no fue en ningún caso “pacifica”; los autores relatan con minuciosidad éstas, incluida la disputa sobre la propiedad de los terrenos sobre los que se construyó la misma, entre el Ayuntamiento y los herederos de las hermanas Molina Montiel.
Con la excusa de hacer un relato histórico sobre la plaza de toros de La Malagueta, a los autores les ha salido, probablemente de forma consciente, una crónica social de la Málaga de los últimos años del siglo XIX.
Llegada la hora de su inauguración el periódico malagueño El Mediodía, recogí las recomendaciones de un anónimo aficionado a tener en cuenta por la autoridad y el resto de participantes en las corridas que con tal motivo se anunciaban.- Quien esto escribía esbozaba con gran acierto, una serie de normas que, de forma sencilla, resumían los elementos que conformarían los Reglamentos de plaza que fueron apareciendo posteriormente.- Se decía, entre otras cosas, que: “Se eviten las acciones que descompongan al toro; el abuso de los aguaores y demás vendedores, señalando que se limite su número y el momento en que realicen su labor, para incomodar lo menos posible a los espectadores; la existencia de un hombre con conocimientos de los toros, antecedentes de los veterinarios actuales, que asistan al Presidente en la prueba de caballos; el orden de actuación de los picadores, etc.”
Los autores recogen en su libro la aparición del primer Reglamento Taurino, dictado para la plaza de toros de Málaga, por el Gobernador Civil don Antonio Candalija, que con cincuenta y nueve artículos y cinco capítulos dedicado al asentista (empresario); a los lidiadores a caballo; a los diestros; de los alguacilillos y disposiciones generales, recoge una regulación de los festejos, absolutamente actual; de tal manera que en los reglamentos actuales no aparece materia que suponga novedad respecto a lo regulado en este primer reglamento.
Encontrará el lector un minucioso relato de los festejos taurinos celebrados desde la inauguración de la plaza hasta hasta la temporada de 1.879, con la reseña de los animales, su juego y la actuación de los toreros, adecuadamente aderezados con gran cantidad de láminas, ilustraciones y fotografías, lo que lo hace más ameno y formativo.
Entre aquellas aparece una lámina de la prueba de caballos, donde se ve como el picador lanza la garrocha sobre un tablón situado de pie en una pared. – Ese tablón ha permanecido en la plaza hasta las últimas obras de remodelación del patio de caballos; esta y otras imágenes que yo he conocido me traen extraordinarios recuerdos de los muchos acontecimientos vividos en esta plaza, que tanto amamos los aficionados malagueños. –
Con la lectura de este libro he conocido la existencia en Málaga de la Tertulia Taurina de la calle Siete Revueltas, de la revista de información taurómaca “El Tío Juanero”, más tarde conocida como “El Juanero”, que supo compaginar la información taurina con la formación del buen aficionado.
Me ha llamado la atención varios pasajes de una crónica de una novillada recogida en “El Tío Juanero”, que dicen: “…eso e, y mojotros aquí sentaos en estas pieras que le ponen a uno jecho cardo, de encendías que están”. – Esto me recuerda que dos siglos después la gente sigue sufriendo estos mismos rigores cuando asiste a un festejo taurino en el mes de Agosto, en las localidades de sol, de tal manera que siempre digo que a estos espectadores había que darles dinero por su asistencia en estas condiciones- ; y continúa: “ Se presentó en el parco el Sr. Presidente…er cuar ar ondear el limpiamocos, jizo la seña para da comienzo la lidia, presentándose acto continuo las cuadrillas…”. – las cuatro acaban de sonar y su señoría puntual como siempre hace un saludo al pueblo castira en mano, acto de cortesía que le vale un aplauso, y ordena el comienzo de la lidia”.
Aparece también recogida una noticia que, por mantener su actualidad, a pesar de haberse recogido en “El Juanero” de 2 de Mayo de 1.877, no sorprenderá a los buenos aficionados: La corrida de novillos anunciada para ayer fue suspendida a causa del mal tiempo.
No comprendemos porque razón se haya perdido la buena tarde que hizo; pues si hubo lluvia ésta fue por la mañana…”
Otra cuestión interesantísima recogida en el libro y que hace algún tiempo cobró actualidad al ser prohibida por una empresa de La Malagueta, dice: “…es costumbre ya inveterada es esta población y por consiguiente a todas luces racional y justa, pues nada más equitativo y lógico que el público en general, se cerciore por si mismo de las buenas o malas condiciones que tengan las reses que van a lidiarse.”
E igualmente aquella otra referida al juego de las reses lidiadas: “… Compare ¿ha visto usted que desengaño” Naá, esta visto que los toros son como los melones; por fuera a algunos buena vista, pero cáleles y se encontrará o que son mantecosos, o se rejelean de verde.”
Celebrada la corrida de inauguración surgen las opiniones a favor y en contra, cuestión que perdurará en el tiempo y que se mantienen hasta la actualidad.
Se recoge la satisfacción de los inteligentes, que era como se llamaba a los buenos aficionados por aquel entonces, con respecto al edificio y sus dependencias y no tanto al juego y presentación de las reses.
Esta definición de los buenos aficionados, que no conocía, me sorprende gratamente, pues yo siempre he mantenido que solo los dotados de fina inteligencia son capaces de entender el toreo.
Otra cuestión muy bien traída por los autores y de rabiosa actualidad se refiere a “…esos pusilánimes españoles que persisten en pedir en grito herido una y otra vez la supresión de las corridas de toros…” prohibición que, aún por un corto periodo de tiempo, acordó el valido don Manuel Godoy y cuyo resultado fue que la afición renació con más pujanza que antes.
Es, pues, completamente inútil encerrarnos con un círculo vicioso y no conceder lo que legítimamente debe darse al pueblo. Yo, el último de los aficionados, creo que las corridas de toros terminarán; pero será cuando los toreros que se ofrezcan al público nada valgan ni los toros tampoco; es decir en el momento en que se toque la degeneración completa de unos y otros. Entonces habrá concluido porque los aficionados no encontraran en ella solaz…”
Aunque la mojiganga tomará las plazas y tendrán sus aduladores que la ensalzaran, pero no recibirán el aplauso de los inteligentes.
“El Tío Juanero” en la crónica de la corrida del 3 de Mayo de 1.877, venía a decir: “…pues a esto y más se expone el público que con sus desacertados aplausos anima al torero para que salga del paso como mejor cuadre…”
Auque se mantienen como arcaísmos los rituales de la corrida, aparecen en el horizonte la evolución de la tauromaquia, con la aparición del peto para los caballos de picar, un proyecto de faena de muleta que toma protagonismo, la aparición por primera vez de la concesión de una oreja como premio para el torero Lagartijo, sin olvidar que el paseíllo ya se empezaba a realizar bajo los sones de la marcha “Pan y Toros”.
Esto y mucho más podrá encontrar el lector en esta magnífica obra, que no es sino el primer tomo de un vasto trabajo de Enrique Recio y Cosme Rueda que irán viendo la luz.
Que así sea.
JOSÉ LUÍS FERNÁNDEZ TORRES
Málaga, Junio de 2013


INTRODUCCIÓN
Antes estimado amigo lector que puedas adentrarte en la consideración y lectura del trabajo que tienes entre manos y que quizás por pura curiosidad hayas tomado del anaquel de tu librería predilecta, y que abierto y comprobada la que a bote pronto hayas podido considerar su importancia, debemos anticiparte, a fin de que no te desorientes, que este volumen y los que pretendemos que le sigan hasta concluir el espacio temporal que nos hemos propuesto estudiar (los primeros sesenta años), éste y todos, no son ni serán los restantes, más que un tratado de historia pura y simple de la tauromaquia que vivió nuestra Plaza de Toros desde el momento de su inauguración hasta la fecha en que, de acuerdo con nuestro propósito, hemos de darla por acabada.
Y es, te repetimos, un tratado de historia porque del resultado de nuestras incursiones por los múltiples campos, algunos, en verdad, asaz difíciles de transitar, en que se asienta lo que en general llamamos afición, afición a la fiesta, ésta, según dicen los maestros y nosotros hemos comprobado, nunca puede ser completa sin un conocimiento previo de lo que en pasadas fechas hicieron cuantos en la misma intervinieron, desde el toro, núcleo principal del festejo, hasta los encargados de mantener el orden público, siempre, y por lo que respecta a nuestro propósito, según el relato que los revisteros (gacetilleros) de entonces llevaron a cabo de cuanto observaron en el ruedo, en la completa seguridad que has de tener que nosotros no hemos puesto ni quitado una coma, a lo que aquéllos nos dejaron narrados en sus escritos y que nosotros tratamos de trasladarte en su integridad para que tú, comparando aquello que nos dejaron contado con lo que nos suponemos contemplarás en los actuales festejos que en nuestro Plaza se vienen dando, y a los que pensamos serás asiduo asistente como
aficionado y como malagueño, puedas deducir, entre otras cuestiones, los derroteros por los que anda y se mueve en la actualidad la fiesta, y, posiblemente, el futuro que le aguarda.
Porque no dudamos, sólo te ponemos un ejemplo, que cuando comiences a leer, y a ver, respecto al toro como eje principal del festejo que hemos considerado más atrás, y cuya capital importancia se ha ido trasladando de modo casi insensible al diestro, hasta el punto de que hoy casi queda como una anécdota al lado de la prevalencia publicitada de éste, que de inmediato, y así lo creemos, habrás de pensar y concluir admitiendo, que siendo el festejo en esencia el mismo porque nada ha variado en sus bases en lo auténticamente substancial los diversos Reglamentos propiciados, y para nosotros aquél con que se abrió La Malagueta, y que sin toro no hay fiesta, ¿Dónde, pues, está el por qué de la diferencia tan abismal entre el toro de ayer y el actual, que incluso cierto amigo nuestro, a través de la prensa, al procedente de algunas ganaderías ya calificaba de juguetes de salón?.
No es que lo digamos nosotros, que, por cierto, miramos esta llamativa cuestión tanto desde la perspectiva histórica como desde sus lógicas secuelas para la continuidad del festejo, sino que ya lo apuntaban ciertos comentaristas de antaño, engarzando la que entonces se consideraba bravura de aquellos cornúpetas, apartando la siempre fragilidad del diestro en el ruedo, con la viril resistencia que habían de oponerle los varilargueros.
Que para tu completo conocimiento, queremos añadir, que en esta dura pugna, en algún punto como Madrid, llegaron a declararse en huelga, recurriendo, a la autoridad para que quitándosele a las garrochas los topes, éstas se acomodaran mejor a aquellos bravos y durísimos toros y así evitar los accidentes, algunos irrecuperables, que con frecuencia sufrían. Más explicaciones no hacían falta. De lo que si tenemos noticias sin embargo, son de las protestas del público espectador durante el período de pruebas de aquel nuevo sistema al que de inmediato se añadió la picaresca que nunca ha faltado en nuestra fiesta.
Todo cuanto antecede, aunque hayamos tenido que darle, quizás, una excesiva extensión, ha sido, amigo lector, para reiterarte que creemos que sin un conocimiento histórico previo más o menos amplio, o, al menos tan justo como el te ofrecemos de lo que sucedió en La Malagueta desde su inauguración, no es posible sacarle a la fiesta, en su modalidad actual, todo el sugestivo y bello placer que deseamos obtengas cuando a la sombra o al sol, acompañado mejor que solo, con bocadillo y lata o sin ellos, y a la vista de lo que te ofrezca el cartel, compares lo que ves con lo que hayas leído en este compendio.
En fin, estimado lector, confiamos en que te resulte interesante este laborioso y exhaustivo trabajo, con el que sólo hemos pretendido recuperar estos primeros sesenta años, menos conocidos, de la historia de nuestra plaza.
Si lo hemos conseguido, nos daremos por muy satisfechos.


ÍNDICE
- Introducción. 15 de Junio de 1874 empieza la construcción...... 3
- Rucoba, el arquitecto................................................................. 57
- Antitaurinos, ya en aquella época.............................................. 69
- Descripciones de la Plaza de Toros de la Malagueta................. 72
   * Según Gonzalo Díaz y Recassen............................................ 72
   * Según Francisco José Rodríguez Marín................................. 75
   * Según José María de Cossio................................................... 77
   * Según Antonio Bueno Muñoz................................................ 78
   * Según Juan Jáuregui Briales................................................... 79
   * Según Luís Machuca Santacruz.............................................. 81
- Capacidad de la plaza de La Malagueta..................................... 82
- Propiedad de la plaza. Antecedentes.......................................... 84
- Lápida de la fachada................................................................... 86
- Numeración antigua de las localidades de la plaza.................... 87

En breve, pondremos el prólogo e índice del segundo tomo.
Saludos a todos y a todas.

sábado, 15 de agosto de 2015

Hola de nuevo.
Os dejo varios enlaces sobre comentarios del Tomo VII de esta obra, aparecido en varias páginas, firmado por D. José María Moreno Bermejo, bibliófilo taurino y aficionado.
http://www.ubte.es/comentarios-bibliograficos/
http://www.ubte.es/noticias/
Hasta luego.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Hola a todos y a todas.
La creación de este blog nace con el objetivo de poder conocer la historia de la plaza de toros de La Malagueta a través de la obra que se está realizando, desde hace cerca de 14 años, y que ya ha visto la luz 7 tomos.
Se titula: "Historia de la Plaza de Toros de La Malagueta 1876-1936".
La obra completa abarca desde su construcción e inauguración en 1876, hasta 1936.
El tomo VII finaliza su andadura en el año 1913.
Actualmente, se trabaja en el octavo tomo, que abarcará de 1914 a 1916.
Posteriormente, iremos publicando los índices de cada tomo, para que se puedan hacer una idea los lectores, del contenido de los mismos, al igual que enlaces donde se comentan los contenidos de los mismos.
Espero que les guste.